Montserrat Caballé fue una cantante de ópera española. Nacida en Barcelona en 1933, Caballé fue una de las cantantes líricas más admiradas del mundo, y es considerada una de las mayores sopranos del siglo XX. Falleció en la madrugada del sábado pasado, 6 de octubre de 2018, a los 85 años de edad. La Superba, pues así es como la llamaban sus seguidores, deja atrás un extraordinario legado, con más de 50 años de carrera artística durante los que interpretó decenas de papeles en más de 40 obras.

Montserrat Caballé Folch nació el 12 de abril de 1933 en el barrio de Gracia, en Barcelona. De origen humilde, Caballé comenzó a estudiar solfeo junto a su madre, Ana Folch, lo que le permitió ingresar –a los 11 años– en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona.

Caballé se graduó con medalla de oro en 1954 tras una accidentada prueba final en la que llegó a perder el conocimiento, y pisó por primera vez un escenario el 27 de junio de 1955 cantando el papel titular de La serva padrona, de Giovanni Battista Pergolesi. Tras interpretar un gran repertorio de papeles en el extranjero, Caballé regresó a Barcelona, y debutó en el Liceo el 7 de enero de 1962.

El primer éxito internacional de Caballé tuvo lugar en 1965. Indispuesta, la estadounidense Marilyn Horne no pudo cantar en la versión en concierto de Lucrezia Borgia en el Carnegie Hall de Nueva York, y fue sustituida por Caballé. La belleza de su voz y su interpretación dramática causaron sensación, y la hicieron famosa en el mundo de la ópera.

Admirada por los colores de su voz y por su técnica, querida por su expresividad y su desbordante personalidad, Caballé será siempre recordada por su interpretación junto al cantante Freddie Mercury del tema Barcelona, que abanderó los Juegos Olímpicos del 92. Y es que Montserrat Caballé “trascendió el mundo de la música clásica, demostrando que los cantantes de ópera no están limitados a los teatros de ópera, sino que van más allá”,  como dijo la directora artística del Liceo de Barcelona, Christina Sheppelmann.

Se sabe que Mercury la admiraba profundamente. De hecho, el líder de Queen se refería a la soprano como su cantante favorita. Para él, cantar junto a Caballé fue un sueño hecho realidad, y la letra de la canción que los unió refleja la fascinación que Mercury sentía por la cantante.

Diva mundial de la ópera, figura universal de la cultura española, Caballé, la Superba, inspiró a millones de personas a lo largo de su carrera. El eco de su milagrosa voz resonará para siempre en nuestros corazones.

Julia Rodriguez Sanchez

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