Una de las polémicas relativa a los Oscar que ha causado más controversia durante los últimos años ha sido la falta preocupante de diversidad.

Con el triunfo de Mahershala Ali como mejor actor y Moonlight como mejor película del año los tiempos de los Oscar protagonizados por blancos ya han quedado atrás. ¿De verdad?

Varios actores acusan a Hollywood de no incluir personas de diferentes características en la ceremonia. Un estudio de 2012 señalaba que el 94% de los miembros de la Academia de Hollywood con derecho a voto son blancos y 77% de ellos son hombres. Pero los demás parece que hayan olvidado la etiqueta de Twitter #OscarsSoWhite frente al éxito de actores afroamericanos y de otros orígenes étnicos. A pesar de que el triunfo de actrices y actores como Viola Davis, Naomie Harris o Dev Pate es un hito en el desarrollo de la igualdad en las artes, la realidad de las diferencias raciales no se borra con unos premios. El hecho de que tengamos que contar el número de actores de diferentes grupos étnicos es la prueba que aún hay un largo camino por recorrer hasta que las diferencias no sean características biológicas.  

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