El sábado pasado se celebró la ceremonia de los premios más importantes del cine español, los Premios Goya. Este año se ha caracterizado por la diversidad lingüística y temática de las películas nominadas. Las grandes triunfadoras de la noche fueron Handia y La librería, la primera se ha llevado diez premios, y la segunda ha conseguido los tres premios más importantes, los de mejor película, mejor dirección y mejor guión adaptado.

Handia es una película rodada en euskera que narra de forma conmovedora y emocionante la historia real de Miguel Joaquín Eleizegui, “el gigante de Altzo”. En el País Vasco de 1836, Martín vuelve de la guerra y descubre que su hermano padece gigantismo. Asediado por problemas económicos, Martín decide explotar esta rareza comenzando una gira europea para exhibir a su hermano como el hombre más alto del mundo.

La librería de la directora Isabel Coixet es una adaptación de la novela The Bookshop de la escritora inglesa Penelope Fitzgerald. Fiel a la historia, ha sido rodada en Inglaterra con actores ingleses. Es un homenaje a la literatura y a su poder subversivo.

Sin embargo, no podemos olvidar al resto de las nominadas, películas maravillosas de géneros muy diferentes que confirman que ha sido un año fantástico para el cine español. Verano 1993, rodada en catalán, cuenta la historia personal de la directora Carla Simón (Goya a mejor dirección novel) que perdió de niña a sus padres víctimas del sida. Verónica (Goya a mejores efectos especiales) es una película de terror sobre la posesión de una adolescente tras hacer una ouija. Lleva el miedo a la cotidianidad provocando continuos sobresaltos. El autor (Goya al mejor actor) es un retrato escalofriante de la manipulación que sorprende con la historia de un escritor que manipula a la gente de su alrededor para escribir “la gran novela”, llegando a resultados inesperados.

Elena Castillo

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