EL PASADO EN EL PRESENTE

Cuando un dictador que murió hace más de 40 años está enterrado con honores en un monumento gigante en un país democrático, el pasado de ese país choca con el presente. Y ahora el Gobierno de España y sus ciudadanos se preguntan: ¿Qué debemos hacer con los restos de ese dictador?.

Francisco Franco, que así se llama ese dictador, está enterrado en el Valle de los Caídos, un conjunto monumental con una basílica erigidos por orden de Franco en la sierra cerca de Madrid para honrar a los caídos en la Guerra Civil, por supuesto, los caídos de su bando. Los caídos del bando republicano siguen sin ser identificados enterrados en cunetas y fosas comunes por toda España. El monumento fue construido por unos 20000 presos políticos, pues se convirtió en un campo de trabajo forzoso, donde muchos de ellos murieron durante esas obras. Esta basílica y mausoleo del dictador con una cruz gigante de 150 metros de altura es también una atracción turística para todos aquellos extranjeros que visitan Madrid.

Ahora el Gobierno de España ha decidido que es hora de retirar los restos de Franco pues un país democrático no puede homenajear de esa manera a un dictador. Per esta decisión ha provocado un debate en el país. ¿Quién vería bien que en Alemania se erigiera una tumba gigante para Hitler y además se cobrara entrada para visitarla como una atracción más de ese país? ¿Por qué en España esta situación sigue creando debate?

La respuesta a esta pregunta puede encontrarse en dos causas principales: una es la Ley de Amnistía de 1977 que fue pactada durante la transición a la democracia, lo que impidió que se repararan los daños causados por la dictadura, y la otra es la herencia del partido conservador de este país, ya que el PP es la continuidad de un partido de la transición creado por exdirigentes franquistas. Por eso cada vez que se habla de intentar juzgar los crímenes de la dictadura, el PP critica el tema como un intento de la izquierda de “reabrir heridas del pasado”. Pero, lo cierto es que el pasado está a menudo muy presente en este país en el que se calcula que hay alrededor de 2.500 fosas comunes, en el que muchas calles conservan los nombres de altos cargos y generales del franquismo y en el que la Fundación Francisco Franco no solo es legal, sino que incluso recibe dinero público.

El Valle de los Caídos es para muchos un símbolo de la impunidad que rodea a los crímenes del franquismo, por lo que la exhumación de los restos del dictador aprobada por el Gobierno actual representa el inicio de una reparación histórica.

España tiene miedo de abordar su pasado, pero sin una investigación de ese momento histórico para buscar la verdad, la justicia y la reparación, el fantasma del franquismo seguirá en el presente y, además, se convierte en una cuestión de futuro, pues sin poder cerrar un capítulo de la historia tan negro como ese, un país no puede avanzar.

Elena Castillo

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